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VALORANT: Cómo mejorar tu puntería, practicar aim

VALORANT: Cómo mejorar tu puntería, practicar aim

Apuntar, también conocido como aim en inglés, es un factor que determina directamente tu nivel de éxito en el juego. Entrenar o calentar tu puntería será absolutamente necesario para progresar en Valorant.

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VALORANT, como muchos FPS, es muy exigente con respecto a la puntería (aim). Para eliminar a tus oponentes debes mejorar continuamente este factor de tu juego y estar siempre pendiente de no quedarte atrás conforme progresas en tu rango. Sin embargo, quizás te preguntes si puedes mejorar la puntería de alguna manera. Aunque no hay una receta mágica para aprender de la noche a la mañana, hoy os presentaremos algunas rutinas que os serán de utilidad.

En primer lugar, un primer punto crucial para tener buen aim será tener una sensibilidad correcta. Esta sensibilidad es específica para cada uno. Con unos pocos días o semanas de entrenamiento, finalmente estarás acostumbrado a cualquier cambio que hayas realizado. Pese a esto, no recomendamos cambiar su sensibilidad con frecuencia, aunque si estás empezando en los shooters de ordenador puede que tengas que hacer muchos ajustes hasta dar con la correcta. Normalmente, el recorrido completo del ratón por la alfombrilla debería suponer una vuelta de 360 grados, pero hay otras variables. Una alternativa interesante es coger la sensibilidad utilizada por algún profesional como referencia y empezar a hacer variaciones a partir de ahí. Según Liquipedia, Mixwell jugaba a Counter-Strike a 720 DPI efectivos, por lo que puede ser un buen comienzo.

Entrenamientos de puntería o aim

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Como dijimos, no hay una forma milagrosa de conseguir mejorar. La constancia en el entrenamiento será lo que marque la diferencia. La precisión y los reflejos son dos aspectos que VALORANT permite entrenar con sus tutoriales básicos y debemos de aprovecharlo de la mejor manera posible.

El barrido

Empezaremos con todos los objetivos a la vez. Esta configuración nos permite movernos de un enemigo a otro apuntando a la cabeza para mejorar la posición de nuestra mirilla a diferentes distancias. Lo primero es dar siempre la bala y, conforme lo vais consiguiendo, es el momento de hacerlo lo más rápido que sea posible.

Este entrenamiento es una tarea que realizar en segundo plano. Se trata de conseguir automatismos y aprender a disparar antes de preguntar. Pon música o charla con tus amigos si quieres, pero hazlo tantas veces como sea necesario hasta que te veas preparado. Si ya dominas este primer paso, prueba a agacharte de vez en cuando o dar algunos pasos extra para tener que rectificar la mirilla y mejorar tu puntería. Además, puedes hacer que los bots se muevan para darle un extra de dificultad.

Con un poco de sacrificio, verás como mejora tu aim

Desplazamiento lateral

Los latigazos con el ratón son toda una ciencia con base en la memoria muscular. Es uno de esos aspectos que se pueden entrenar fácilmente, pero que llevará tiempo masterizar. Para empezar, deja un objetivo a cada lado y sitúate en medio de ambos mientras tratas de alternar entre ambos moviéndote y dejando la mira quieta el menor tiempo posible. Con el tiempo irás mejorando, no te preocupes si al principio es demasiado complicado.

Puedes alterar el patrón añadiendo dos enemigos a un lado para incorporar una nueva variable.

Un paso más allá

¿Ya dominas el ejercicio anterior? Ahora aléjate del campo de entrenamiento y hazte con el Operator. En este ejercicio tendrás que ir eliminando a los objetivos que van apareciendo en el modo de entrenamiento por defecto. La velocidad de reacción será clave para mejorar tu aim.

Tras cada disparo debes de volver con la mira al centro para probar otro latigazo al siguiente objetivo y así sucesivamente. Es como jugar con el cerebro apagado y dejar que sean tus músculos los que trabajen por ti. Si ya lo dominas con el Operator, pasa a un arma que requiera un disparo en la cabeza.

La memoria muscular es un aspecto fundamental del aim

Spray

La precisión es uno de los puntos clave de VALORANT, pero a veces no basta con lanzar una única bala y es necesario abrir la manguera para descargar plomo sobre nuestros enemigos. El problema en estas situaciones es el retroceso, que hará que acabemos disparando al cielo si no somos capaces de controlarlo.

Para entrenarlo, tenemos disponible una diana cuya distancia podemos modificar. Lo primero será disparar todas las balas para ver el patrón de retroceso. Tras esto, debemos de hacer el ejercicio inverso tratando de rectificar con nuestra mirilla el rumbo que tomaran las balas. Las dos o tres primeras suelen ir al mismo punto, las sucesivas suben y luego empiezan a irse hacia la derecha. Por lo tanto, nosotros debemos de bajar el ratón y luego llevarlo a la izquierda para que todas se aproximen al centro.

Cuando lo tengas dominado, lo próximo será hacer “spray transfer”. Es decir, eliminar a un enemigo y llevar el ratón al siguiente sin dejar de disparar. Es uno de los ejercicios de puntería más complicados, así que no te frustres si no te sale al principio.

Fijar un punto

Un entrenamiento de aim en el que no necesitamos disparar; fija un punto, muévete de izquierda a derecha y asegúrate de mantener la mirilla en este punto. Si el ejercicio es demasiado difícil, es una señal de que nuestra sensibilidad está alta.

Como beneficio adicional, recuerda mantener la vista siempre a la altura de la cabeza de un enemigo potencial, corre solo cuando sea necesario y conocer la estrategia de los diferentes mapas en particular.

1 Comentarios
Bruno Ouviña
GalleGutsito  - Editor

Apasionado de los pequeños detalles y obseso de la estadística, comencé con el League of Legends competitivo en 2013 - "Someday I'll be living in a big old city"

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