La influencia de la licencia de Game Freak es global y todo el mundo ha oído hablar del nombre de Pikachu, Squirtle o Charmander. Nombres tan conocidos que tienen el poder de hacer sonreír a los jugadores veteranos, que pasaron su infancia en las versiones Amarilla, Azul, Verde Hoja o Rojo Fuego. En Estados Unidos, un gerente de construcción de una nueva urbanización tuvo una idea brillante basada en el mundo de Pokémon.
Una calle Snorlax, o Jigglypuff
¿Qué fanático de Pokémon nunca ha soñado con vivir en Squirtle Street? Para algunos residentes de Nevada, ahora es posible gracias a Andrea Miller. Andrea es la Directora de Desarrollo de Viviendas de Harmony Homes LLC, y tuvo la brillante idea de bautizar sus calles con nombres de Pokémon. Así, los transeúntes de este pequeño pueblo cercano a Las Vegas pueden pasear por la calle Squirtle, o incluso por la calle Charmander, pasando por la calle Jigglypuff.
Esta genialidad de unir calles con series infantiles no es la primera vez que se hace. Anteriormente, Harmony Homes eligió personajes de la Patrulla Canina para direcciones en el vecindario de Blue Ridge. La compañía usó nombres de los pimientos para otro desarrollo llamado Avery Place. Como puedes observar, la empresa tiene la cabeza llena de ideas.
¿De dónde vino la inspiración de la Sra. Miller?
En una entrevista para un periódico local de Nevada, la Sra. Miller reveló cómo encontró nombres de calles en el vecindario Serenity Place en las afueras de Las Vegas. La inspiración le viene principalmente de sus hijos, pero también del nombre de los Pokémon de bolsillo: "Cuando escucho a Jigglypuff [Jigglypuff], me río. Cuando llegas a casa del trabajo, has tenido un mal día y tienes que encender a Jigglypuff, te hace sonreír".
Miller está feliz de complacer a grandes y pequeños con esta idea: "A los fanáticos de Pokémon y a los niños les encanta" . Ella informa que muchos residentes de la urbanización están felices de marcar "Squirtle Street" cuando ordenan paquetes. ¡Esta es una historia que tiene motivos para sonreír y que nos hace querer que los alcaldes de otros países decidan hacer lo mismo!
