En League of Legends, como sucede en todos los juegos, hay mejores y peores campeones en el servidor. Actualmente en estos momentos, la peor campeona del juego en este momento es Neeko jungla, campeón recientemente reworkeado y que cuenta con un escaso 40 % de índice de victorias en esta posición.
Sin embargo, los dos campeones que no se quedan atrás en el ranking de los peores personajes actuales son campeones prioritarios en partidos profesionales y su posición tan baja en la lista de niveles de campeones fuertes de soloQ puede parecer sorprendente.
Aphelios... Predecible y esperado
La posición de Aphelios no sorprenderá a mucha gente. Ya se sabe que el campeón es difícil de jugar, en particular debido a su sistema de armas que requiere ciertas mecánicas para saber usarlas y combinarlas en las peleas. Los jugadores de Aphelios deben tener en cuenta este aspecto para leer el mapa, y de esta forma estar listos cuando su equipo los necesite. No poder defender un objetivo neutral porque Aphelios no tiene las armas adecuadas, puede ser un problema a la larga
Por lo tanto, Aphelios es un campeón que requiere no solo una buena visión del juego, sino también buenas mecánicas para brillar, a diferencia de un Riven que puede salirse con la suya solo con mecánicas individuales o un Ornn que requiere una buena visión del juego más que grandes mecánicas para subir en Elo.
Finalmente, si este dominio es difícil de lograr para los jugadores de Aphelios, lo es aún peor para sus aliados. Si en niveles altos, otros jugadores pueden fijarse más en el tema de sus armas, esto no es así, por regla general, en elos bajos. Si la culpa puede recaer sobre los hombros de los jugadores de Aphelios en determinados casos (si en el respawn del barón el jugador tiene un arma pésima, es culpa suya porque anticipó/cronometró mal el cambio de arma) no hace falta recordar que es imposible que tengan el arma correcta el 100% del tiempo, y por lo tanto en ciertos momentos no debes pelear.
Como parte de una escaramuza no planificada, si el jungla decide intentarlo cuando Aphelios tiene el arma de combate en equipo equivocada, no es culpa del ADC. Es por eso que es difícil escalar la clasificación de soloQ con este personaje. Además necesita de x supports para brillar y no siempre estos jugadores, y más si no están de dúo, van a escogerlos.
K'Sante, ¿el OP falso?
La presencia de K'Sante al final de la tierlist es mucho más sorprendente. El campeón tiene un daño más que adecuado para un tanque, además de contar con mucha resistencias, armadura y movilidad, o lo que viene a ser lo mismo, todo lo que esperas de un campeón dominante. Sin embargo solo cuenta con un 44% de winrate global, siendo en estas estadísticas el peor campeón del juego, superando a Neeko, que sube gracias a los jugadores que la usan en mid o support.
Si bien es cierto que los profesionales no juegan en el mismo parche que la persona promedio (están en el 13.8 y los jugadores en el 13.9), K'Sante no ha recibido un nerfeo en estas dos últimas versiones de League of Legends. Además, su índice de victorias sigue siendo bastante bajo incluso con un elo alto, y hasta que no llegas Maestro, el 50 % de winrate no aparece.
Por otro lado, la itemización de K'Sante en muchas situaciones no es la óptima. Ya sea en la escena profesional o como en SoloQ, K'Sante tiene su mejor índice de victorias con el Jak'Shode mítico, mientras que la mayoría de los jugadores eligen el Guantelete como su objeto principal.
Esta elección es ciertamente válida contra ciertos campeones, contra quienes un Jak'Sho no funciona bien, no es seguro que el objeto sea imprescindible en la mayoría de los enfrentamientos. Además, cabe señalar que si hablamos de eficiencia aquí, incluso en Challenger, el Guantelete es el artículo más popular.
La tasa de victorias bastante baja de K'Sante sigue siendo bastante sorprendente, especialmente cuando ves el potencial del campeón. Será muy interesante seguir su evolución para ver si el campeón se encuentra en la misma categoría que Azir y Ryze, o si logra subir de porcentajes en soloQ sin volverse demasiado fuerte en la escena profesional.