El nuevo PS Plus nos va a dar la oportunidad de disfrutar de juegos de todas las generaciones de PlayStation. De esta forma, se brinda la opción de que los más jóvenes prueben títulos clásicos que no pudieron disfrutar en su día por la edad, y de que quienes sí lo hicimos podamos recordar auténticas joyas. Pero, la nostalgia es un aliado peligroso que puede acabar volviéndose en contra cuando tratamos de evocar recuerdos bonitos.
Seguramente os ha pasado a todos el querer revisionar alguna película o serie que os haya marcado en la infancia y, que al verla con más edad, no os haya quedado la misma sensación que entonces. A veces por el momento y otras por la edad, solemos encumbrar cosas que nos marcan. Eso siempre queda ahí, pero se oscurece un poco cuando lo revivimos en otra etapa de nuestra vida.
El dilema del factor nostalgia
Con los videojuegos también ocurre, con el handicap de que es el sector que más ha evolucionado, sobre todo en lo referente a las mecánicas de juego. Es algo a tener en cuenta a la hora de ponernos delante de la pantalla de un clásico. No todos han envejecido igual de bien, especialmente en los albores de la época de los juegos en 3D. Y por eso tengo un miedo especial con Syphon Filter.
Si me preguntáis por mi top de juegos favoritos de PlayStation, seguro que Syphon Filter estaría entre las posiciones de privilegio. En esa época, los juegos de acción en tercera persona eran el género predominante, y muchos trataron de replicar el éxito de Metal Gear Solid. Pocos se acercaron, pero lo cierto es que Gabe Logan estaba a la altura de Solid Snake.
La trilogía que se lanzó en la mítica PSX era gloriosa. Combinaba fases trepidantes de acción con otras de infiltración que desbordaban personalidad, gracias al uso del icónico táser, con el que dejar fuera de combate a los enemigos sin soltar las alarmas. También teníamos momentazos en combates contra jefes finales que eran duros de roer, y en los que teníamos que seguir estrategias, como apagar las luces de un parque, para poder acabar con ellos.
Además, había distintas localizaciones con las que viajábamos por todo el mundo en forma poligonales. Desde la mítica estación de metro donde todo comienza, hasta las Montañas Rocosas y un sinfín de lugares que nos hacían meternos de lleno en la experiencia. Todo ello, acompañado con una trama que parecía sacada de una película de Hollywood; porque en aquellos tiempos, tampoco pedíamos mucho más.
¿Por qué tengo tanto miedo?
Es una respuesta mucho más sencilla de lo que puede parecer. Las propias mecánicas de combate que tiene el juego no son nada agradecidas actualmente. El juego tiene un sistema de auto-apuntado, que por lo general es lo que más se usaba, que hace que los combates que entonces nos hacían sentir como James Bond, ahora luzcan bastante simplotes. Y salvo que se haya acondicionado el movimiento, era bastante engorroso usar las armas con apuntado manual.
Creo que todo esto simplificará mucho la leyenda que hay tras esta saga, de la cuál, la mayoría, recordamos con enorme cariño. No es un problema de Syphon Filter, sino más bien de su género. Os pasará con otros títulos de corte similar salvo honrosas excepciones. Pero si jugáis un J-RPG como Vagrant Story, este sentimiento, por ejemplo, será menor.
Mi mayor miedo es que PlayStation tome como referencia la aceptación de Syphon Filter en PS Plus para una posible resurrección de la marca. No creo que el feedback sea demasiado positivo. Estoy seguro de que muchos criticarán el control, sus mecánicas y se preguntarán por qué triunfó esto. Pero desde luego, que obviando los tiempos, la saga tiene potencial como para poder hacer un reboot más elaborado, con sus cosas a lo Uncharted y a lo Metal Gear.
Parece difícil, pero quién sabe. Lo que está claro es que el cajón de los recuerdos, y la nostalgia, pueden ser un arma de doble filo.