Algunos personajes de League of Legends acumulan una serie de características que los convierten en campeones particularmente frustrantes. Aunque Riot Games no se ha prodigado demasiado en este tipo de diseños, existen ejemplos que se vienen a la cabeza de la mayoría de jugadores cuando tienen que imaginar emparejamientos terroríficos que no querrían ver ni en pintura. Héroes que no necesariamente son los más poderosos del juego, pero con potencial suficiente como para desesperarnos y hacer que no queramos seguir jugando.
Probablemente ya estéis imaginando alguno de vuestros campeones más odiados que cumplen esas características y, aunque todos tenemos nuestros miedos particulares, quizás Veigar haya sido uno de esos que se te han pasado por la cabeza. Este pequeño mago diabólico es capaz de acumular cantidades ingentes de poder de habilidad y derribarnos con solo un par de clics, siendo uno de los personajes más temidos y frustrantes debido a los patrones de juego que genera.
La sensación es prácticamente la misma que con Zoe. Basta recibir el impacto de su habilidad de inmovilización para saber que toca una vuelta a base con parada especial para pensar. El combo tardará en caer dos o tres segundos, pero las consecuencias serán nefastas ya que el personaje tiene daño suficiente como para llevarse por delante a cualquier campeón que cometa la osadía de entrometerse en su camino. Una máquina de triturar rivales como ninguna otra en League of Legends.
En el caso de esta jugada, vemos como Veigar acomete una labor de limpieza sobre la Grieta del Invocador. El campeón comienza encontrándose con el tirador enemigo y la Yuumi que llevaba anclada para luego encontrarse con la dupla jungla medio y completar una racha de bajas conseguidas de dos en dos. Una pesadilla inenarrable de esta experiencia en League of Legends que automáticamente provoca la rendición de los rivales tras llegar a una conclusión: es mejor perder que seguir teniendo que lidiar con semejante monstruo.
Fuente
Aunque es un clásico de League of Legends, muchos consideran las extrañas interacciones de las habilidades con la visión como uno de los fenómenos más extraños e injustos del juego.
