Hay algo de especial en ver a jugadores nacionales, cuya carrera has presenciado durante estos últimos tiempos, luchar de tú a tú con los mejores de su disciplina. Las estrellas del firmamento de los esports, pronto parecen más cercanas a todos cuando Javier "Elyoya" Prades logra ser importante en un equipo top de LEC apenas un año después de debutar en la Superliga española, o cuando José Luis "koldamenta" Aranguren logra el título europeo en Valorant. Pues esta noche hemos vivido algo similar con José María "Caiper" Maté.
El jugador español de Vodafone Giants acudió a Kiev para competir en la burbuja que ha organizado la WePlay Ultimate League para diversos juegos de lucha. Tras la victoria de Dominique "SonicFox" McLean en Mortal Kombat 11 y la de Jonathan "Woahhzz" Vo en Soul Calibur IV, ahora es el turno del Tekken 7, un videojuego en el que destaca Caiper, pero que cuenta con una competencia del más alto nivel. Especialmente peligrosos son los jugadores de Pakistán, una zona que se desvive por Tekken.
Esos dioses inalcanzables del Tekken fueron tocados anoche por Caiper. El jugador español disputó la fase de grupos, la cual otorgaba el pase a cuartos a los cuatro mejores del mismo, y consiguió un cuarto puesto tras ganar a nada más y nada menos que a Arslan Ash, el primer gran jugador salido de Pakistán y una auténtica leyenda de Tekken.
Con un balance de cinco victorias en siete encuentros, Caiper logró el pase a los cuartos de finales, encontrándose ahora esperando rival tras la inminente acción en el grupo B. Caiper volverá a competir el próximo día 11, momento en el que arrancan las eliminatorias y en el que empiezan a repartirse los 50.000 dólares en premios previstos para esta parada de Tekken 7.
El mundo de los videojuegos de pelea suele estar dominado por jugadores de países muy concretos, por lo que el salto de Caiper al primer nivel mundial es una gran noticia.
Cuando hubo que elegir entre la seguridad de lo conocido o el riesgo de lo que todavía está por descubrir, Sh4rin decidió ver hasta dónde podía llegar. Con su historia arrancó un viaje que ha cambiado los "fighting games" españoles para siempre.
