Llega el momento de peinar otra cana para los aficionados del League of Legends competitivo. Søren Bjerg “Bjergsen” se retira. El hijo pródigo de Europa nunca volvió a casa y ahora abandona el puesto de jugador en Team SoloMid para convertirse en el entrenador jefe del equipo del equipo norteamericano.
Aunque se suele decir en muchos deportes aquello de que nadie es profeta en su tierra, en el League of Legends esa afirmación no es cierta en la mayoría de los casos. Sin embargo, sí aplica para el mid laner danés, que emigró como uno de los jóvenes prodigios europeos caracterizado por una Syndra de ensueño y un potencial que bien le valía para cruzar el Océano Atlántico en el año 2013.
Por aquel entonces era junto a Rekkles la gran perla europea para el futuro. El capitán de una generación que debía de encaminar a la región hacia los próximos títulos mundiales en un momento en el que no se veía venir el dominio coreano que se prolongó durante todo un lustro. Un fichaje histórico para TSM y una de las salidas que los aficionados más han lamentado en la historia de la región.
Un círculo que, en definitiva, ahora se cierra con el paso de Bjergsen a la posición de entrenador jefe de Team SoloMid. El jugador, que llegó a ganar un mundial de la IEM con su club, afirma que nada tiene que ver el pobre desempeño del equipo en Worlds y que se trata de una decisión que surgió hace tiempo pero que ha ido dejando reposar hasta estar seguro de que era la correcta.
El League of Legends pierde un genio de la Grieta del Invocador. Pese a haber sido tratado injustamente por el nivel de su región, siempre ha estado entre los grandes europeos y se ha ganado un pedacito en la historia del juego. A cambio gana lo que esperemos que sea un entrenador capaz de devolver el carácter competitivo a la región y sobre todo a un equipo que llega sin salir de la fase de grupos del mundial desde 2014.
La participación europea en este campeonato mundial de League of Legends ha concluido con la eliminación de G2. La región ha firmado dos récords que figurarán durante mucho tiempo como uno de los honores más tristes.
