La NBA lleva mucho tiempo siendo un despertador para mucha gente. El primer caso de COVID-19 que obligó a parar de forma definitiva una competición fue el sufrido por Rudy Gobert horas antes de un Utah Jazz vs Oklahoma City Thunder; y la huelga por la violencia policial contra minorías raciales en Estados Unidos de hace unos días pronto se extendió a otros deportes, e incluso llamó la atención de toda la sociedad. El baloncesto es más que un deporte.
De igual manera, la edición anual de NBA 2K es más que un juego sobre la NBA. Cada año se han ido añadiendo modos de juego y experiencias que, aunque conviven con la máxima competición de baloncesto mundial y tienen sinergias con ella, pueden sobrevivir sin mucho problema cuando esta no se disputa. Nos referimos a MyPlayer y al renovado a Barrio, a un MyTeam que empieza ciclo de desembarco de nuevas cartas o incluso a la 2K League. Pero sobrevivir no implica deslumbrar.
NBA 2K21 ya está entre nosotros desde este pasado viernes, llegando con la precisión de un reloj suizo a su cita anual. Se trata de una edición especial por su compleja interacción con una realidad marcada por el final de los playoffs en la burbuja de Orlando, y un arranque de la siguiente temporada aún sin fecha y con previsiones poco halagüeñas de que lo haga en ese principio de diciembre propuesto hace semanas.
Y la interacción con el mundo virtual tampoco es menos compleja. NBA 2K21 se lanza a un par de meses de la salida de las máquinas de nueva generación, lo que hace que muchos jugadores de la saga tengan que pasarse durante este curso de una versión a otra. Ahí tenemos el primer punto de fricción, ya que a diferencia del estándar que promueve Microsoft con su Smart Delivery, 2K ha elegido optar por varias versiones del título, siendo las de más precio las que permitirán realizar el salto de forma automática y conservando todo el progreso.
Desde 2K, y aunque aún no tenemos demasiados detalles de la versión de nueva generación, se ha prometido que PlayStation 5 y Xbox Series X tendrán un título hecho desde cero y con mejoras gráficas a la altura de lo esperado por los teraflops. Pero volvamos a lo que nos ocupa, que el NBA 2K21 que se puede encontrar a día de hoy en el mercado. ¿Esto quiere decir que la versión de actuales consolas carece de interés? Pues lo cierto es que tiene unas importantes novedades que le dan un empaque similar al salto de entrega de cada año.
Es el momento de abrir el melón. La mayor novedad de este NBA 2K21 es jugable y se trata de la nueva mecánica de tiro. Lo que habíamos visto ya en el primer trailer y refrendamos con la demo es que desde el estudio habían apostado de forma definitiva por el tiro con el joystick, haciendo que ese movimiento hacia atrás y posterior vuelta a la posición inicial tuviera más personalidad y sensibilidad. Con un pequeño desplazamiento hacia un lado u otro se podía corregir ahora la inercia de nuestro jugador y lanzar de forma más responsive.
Eso sí, se prometía que quienes lanzasen a canasta con el botón, podrían seguir disfrutando de ese socorrido minijuego de cuadrar nuestra pulsación con el momento en el que el balón sale disparado de la mano. La idea era similar al time finishing del FIFA, una mecánica que dominada puede generar ventajas a los jugadores profesionales y más hardcore, mientras los casuals y la vieja escuela podrían seguir con su tiro tradicional.
Pero lo que hemos visto durante el primer fin de semana de NBA 2K21 es un título que podría llegar a ser injugable. Mi caso es el de alguien que lleva más de una década dedicando un buen puñado de horas a la entrega de ese año y en las dificultades más exigentes, y de pronto me he encontrado con que en mis partidos sólo se podía anotar con mates, tiros libres y unas bandejas que ahora tenían que ser ajustadas de forma perfecta al timing requerido por las mecánicas de lanzamiento. Era evidente que saldría un parche más pronto que tarde para arreglar algo que hacía poco disfrutable el título para el público objetivo como yo mismo, y directamente un sueño de artes marciales para quien se acercara al juego de forma casual.
Y ese vaticinio se cumplió el domingo 6 de septiembre, dos días después del lanzamiento. A través de la cuenta oficial de NBA 2K se comunicó que llegaría una pequeña actualización que cambiaría los parámetros de lanzamiento para favorecer a los que usan las dificultades Rookie, Pro y All-Star, mientras se mantenía el mismo nuevo lanzamiento en las dificultades superiores y en el Barrio. Hasta aquí todo bien, pero el mensaje “esperamos que esto ayude a los recién llegados”, hace un poco de daño a quienes acumulamos miles de horas en la saga y llevábamos dos días sin meter un triple.
Apenas hemos podido probar por encima esta nueva versión y podemos decir que al menos es jugable y, aunque sigue siendo un salto de dificultad, sobre todo por las bandejas, es un paso que muchos queríamos dar para añadirle algo de picante al título tras tantos años. Los buenos cocineros van siempre poco a poco, porque si tras unas gotas de tabasco aún quieres más, hay tiempo para rectificar. Entiendo que el estudio quería que notásemos el cambio de 2K20 a 2K21 en el plano jugable, pero se habían pasado. Pero por exagerado que haya sido, han rectificado en pocas horas, y eso es bueno.
Es ahora cuando, por ejemplo, podemos dedicarnos en cuerpo y alma a nuestro modo franquicia y crear una nueva dinastía en la NBA. Os contaré mi caso: soy fan de los Atlanta Hawks, equipo con uno de los young cores más importantes de la liga y el que más dinero tendrá para el próximo mercado de agentes libres. Al iniciar mi partida veo que 2K toma diciembre como mes para el arranque de la competición, pero que no me deja empezar en este verano, realizando el draft y demás tareas entre temporadas antes de ponerme a los mandos. No sólo eso, si no que me condena con una prórroga de contratos a un año más con la misma plantilla; como si no existiese la temporada actual que se está disputando.
Pero bueno, al menos tengo mi equipo diréis algunos; y esto es un “sí, pero”. Hace más de un mes los propios Hawks así como otros equipos como los Detroit Pistons revelaron sus nuevas equipaciones; pero de ellas no hay rastro en este NBA 2K21. Tampoco ayuda a pensar que le han dedicado muchos recursos a esta nueva temporada 2020-2021 el que las puntuaciones de equipos como Atlanta tengan puntuaciones como el 74 a Damion Jones, uno de los peores jugadores de la pasada temporada en la NBA y que apenas contó para Lloyd Pierce, por encima de jugadores importantes de rotación como Cameron Reddish o Dewayne Dedmon. Y que en el barrio podamos seguir comprando la camiseta de los Atlanta Hawks de Jabari Parker, que lleva sin pertenecer al equipo desde el 6 de febrero de este año, es directamente ridículo.
Más allá de este relajamiento a la hora de tratar tu licencia, lo peor de todo es desaprovechar una oportunidad tan buena. Si la realidad está patas arriba, era el momento para dejar que empezásemos la pretemporada, organizásemos el draft y fichásemos en la agencia libre antes de jugar. Desde hace un tiempo se permite esto bajo la opción “empezar en verano”, pero justo cuando más atractivo era esto, la opción aparece bloqueada.
Pasemos a uno de los modos de juego con más adeptos como es el MyPlayer. Como cada año, nos tocará crearnos a nuestro avatar digital dentro del mundo del baloncesto, cuyos comienzos serán un modo historia interactivo que cada año suele contar con algún actor de cierto fuste. El año pasado tuvimos a Idris Elba como entrenador y una historia de sacrificio personal en la que nuestro avatar parecía ser un idealista (aún recordamos el nombre de “Ché”…) y en esta ocasión parece un back to the roots que en sí no está mal, pero cuyo desarrollo parece evidenciar que se ha hecho con prisas o que ha sufrido a causa del COVID.
Por cierto, si cada año hay que hablar de los dichosos micropagos y de lo malo que es tu jugador en el arranque de su carrera, este año, con esas nuevas mecánicas de tiro, fue un auténtico drama durante los primeros días. Con 60 de media y una nueva forma de tirar, apenas era posible conseguir buenas actuaciones con las que ganar monedas y mejorar a tu personaje; la eterna pescadilla que se muerde la cola en NBA 2K.
Jugaremos en el Instituto y Universidad antes de lograr un puesto en el draft, mientras cargamos con la losa de un padre que fue una estrella a nivel de College. Es cierto que las películas deportivas no siempre son brillantes a causa de los tropos del género, pero aquí NBA 2K simplemente nos presenta un cliché tras otro y a un protagonista con menos personalidad que en otras ediciones. Tampoco ayuda que en mi partida el pick número uno sea para Atlanta y se lleve a mi “rival”, mientras en el pick número dos, también para Atlanta, me seleccionen a mí. Ni Atlanta tiene esas elecciones, ni tiene sentido que haya tantos escoltas en la plantilla.
Pero vayamos a otras novedades de este modo como es el nuevo Barrio. Que ahora sea una playa al más puro estilo Venice Beach es muy interesante y rompe la rutina de las pasadas ediciones, a la vez que le da un toque mucho más laker en el año en el que el título es un homenaje al inmortal Kobe Bryant. La personalización sigue mejorando y cada vez tenemos más ropa, complementos e incluso medios de transporte como bicis y patinetes.
Por cerrar con buen sabor de boca, hablemos un momento de MyTeam. Este modo de colección de cromos y competición en todo tipo de desafíos se renueva con un sistema por temporadas y niveles de experiencia que tan de moda está en el mundo de videojuego. Se trata de una adición interesante porque son aún más recompensas por simplemente jugar, así como incentiva el que picoteemos entre modos, creemos nuevas plantillas y cambiemos nuestro estilo de juego.
Y, si obviamos el drama con los lanzamientos a canasta, jugablemente NBA 2K21 prosigue dando pasos hacia adelante como evidencia la gran cantidad de animaciones nuevas, especialmente la fluidez de los tiros en carrera o la mejora a los dribbligs del joystick. La defensa de la IA también es superior, mientras sus ataques no son tan telegrafiados.
Aún con estas notas positivas, es imposible no pensar en NBA 2K21 como en una especie de acceso anticipado. Ya no porque no pueda actualizar sus plantillas de acuerdo con la NBA, si no porque directamente inhabilita algunos modos como los de franquicias. El problema de no haber buscado una solución dentro del mundo de la “fantasía” con unos límites salariales simulados y un arranque en verano, se acentúa cuando ves que la NBA puede no volver a hasta marzo si las condiciones con el virus siguen así en Estados Unidos, eliminando la mitad de vida del ciclo del juego. Por ello y a la espera de seguir profundizando en actualizaciones como la de las mecánicas de tiro, esto será un análisis en progreso.
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