Aunque es un mecanismo bien conocido por los habituales de Twitch, entre algunos streamers, existe una función que permite leer automáticamente en voz alta, gracias a un bot, los mensajes que acompañan a las donaciones. Utilizando este principio, la empresa Ogilvy utilizó a diversos streamers para su campaña publicitaria. La idea: hacer donaciones equivalentes al precio de ciertos menús de Burger King acompañando la suma de dinero con un mensaje ditirámbico sobre la empresa. Posteriormente, Ogilvy creó un video que recopila los momentos en que los streamers recibieron una donación.
Aunque en un principio podría parecer una idea brillante para alguien sin demasiado conocimiento del mercado, la realidad es que fue bastante mal recibida por algunos streamers, como Ross O'Donovan, quien se encontró en el video sin su conocimiento.
El principal problema de esta campaña es la noción de consentimiento. Aquí, la empresa utiliza creadores de contenido para publicitarse sin un acuerdo o asociación previa. En otras palabras, por una donación de solo $5, el transmisor y su audiencia recibieron un mensaje publicitario de Burger King. Incluso sin mucha noción de asociaciones, podemos imaginar fácilmente que los $5 recibidos están lejos de la cantidad de dinero que costaría esto mismo, pero con consentimiento explícito de las partes.
La torpeza de la empresa atestigua sobre todo un gran desconocimiento de la plataforma y de los creadores, todos más o menos desconfiados de este tipo de procesos.
A pesar de la ruido negativo que generó el video en Twitter, la empresa no ha reaccionado públicamente a los ataques de los internautas. La plataforma Twitch, por su parte, si que ha hecho declaraciones, explicando que no estaba vinculada a esta campaña y asegurando que está trabajando para que las alianzas entre anunciantes y creadores sean más equitativas.
La cadena de comida rápida nos reboza de epicidad en su nueva campaña publicitaria.
