No es ningún secreto que China lleva años intentando regular el tiempo que los jóvenes pueden dedicar a videojuegos. Sin embargo, puede que ahora hayan querido ir un paso más allá y se estén realizando medidas (o planeándolas) que permita al estado tener plena consciencia sobre las horas que pasa cada persona jugando a videojuegos mediante un sistema de reconocimiento facial antes de arrancar con determinados títulos.
Feng Shixin, un funcionario del Departamento Central de Publicidad del Partido Comunista, habló durante la pasada ChinaJoy (la mayor exposición de videojuegos de la zona) una serie de nuevas medidas que se van a implementar para garantizar que cada usuario pasa una serie de horas concretas frente a la pantalla. Compañías como Tencent o NetEase (de las más grandes de China) ya han confirmado que poseen ese reconocimiento facial para asegurarse de quién está jugando en cada momento y así tener un registro del tiempo que emplea cada persona y limitarlo. Algo que ya se está estableciendo en, por ejemplo, Honor of Kings, juego parecido a Arena of Valors.
Esta limitación de tiempo, evidentemente, está llevando a los más jóvenes a buscarse la vida para poder dedicar tanto tiempo como deseen a los videojuegos, lo cual está provocando que muchos de ellos usen identificaciones falsas o se busquen la vida como pueden para burlar los sistemas de seguridad de, en este caso, los dispositivos móviles.
Feng también aseguró que cada vez serán más estrictos los filtros que se pasen a un videojuego antes de poder lanzarlos al público. Por cierto, por si alguno os lo preguntábais, el tiempo que puede dedicar un menor de edad a los videojuegos es de 90 minutos entre semana y tres horas en los días festivos.
Cada vez hay un mayor control sobre los jugadores, por lo menos en China, y no hace sino ser contraproducente para la industria y para la propia libertad de cada persona de invertir su tiempo en lo que crea conveniente.
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