Debemos ir asimilando que los juegos de la nueva generación van a ser más caros. Ayer vimos que NBA 2K21 cuesta 74,99 euros en las consolas de próxima generación y parece que el resto de empresas seguirán ese camino.
Los costes de producción aumenta y las empresas tienen que recuperar la mayor inversión de alguna forma. Y habrá que esperar a si finalmente llegaremos a 79,99 euros en poco tiempo por versiones estándar de los próximos juegos.
La compañía de investigación IDG ha indagado al respecto, afirmando que otras editoriales están considerando aumentar el precio base de los juegos Triple A en 10 dólares, lo que podría acarrear el aumento de 5 a 10 euros en España.
"La última vez que subieron los precios del software de lanzamiento de próxima generación fue en 2005 y 2006, cuando pasó de 49.99$ a 59.99$ al comienzo de la generación de Xbox 360 y PS3", dijo el CEO de IDG, Yoshio Osaki, a Gamesindustry. "Durante ese tiempo, los costos y precios en otras verticales afiliadas han aumentado".
Osaki ahonda en que el precio en otras industrias competidoras ha aumentado en los últimos años, pero se ha mantenido en los videojuegos. El CEO de IDG citó aspectos como el precio de las entradas de cine, Netflix o las suscripciones a canales de televisión por cable.
Aunque, eso sí, parece que Osaki se ha quedado solo con el precio base y no en las muchas formas que tienen los videojuegos de monetizar tras las compras, por medio de DLC o microtransacciones.
Hace unas semanas, Shawn Layden, expresidente de PlayStation, dijo que, o los AAA pasan a ser más cortos, o se tendría que incrementar el precio de los juegos. De momento, parece que toma fuerza la última opción.