Astralis sorprendió con dos bajas. Andreas "Xyp9x" Højsleth y Lukas "gla1ve" Rossander abandonaban el equipo temporalmente para lidiar con el estrés profesional que se generó a lo largo de la última etapa de competición. También Olof "olofmeister" Kajbjer tuvo que tomarse un descanso por tiempo indefinido tras sucumbir a la presión impuesta por un Counter-Strike que no para.
Device, uno de los jugadores más destacados del quinteto danés de Astralis, reconoce que después de cada torneo acaba vomitando. El día siguiente, según la adrenalina vaya bajando, sabe que sufrirá los síntomas de un estrés acuciante. El éxito solo es el preludio de un malestar físico capaz de hacerse real y acabar con las carreras de más de un jugador.
Fueron muchos los rumores sobre Astralis cuando dos jugadores decidieron tomarse un descanso de forma simultánea y abandonar la competición por motivos, aunque relacionados, ajenos al videojuego. La situación, agravada por el marco creado por el coronavirus, solo ha empeorado en los últimos tiempos.
El CS:GO está acabando con sus jugadores, la materia prima de un esport con décadas de vida. Las asociaciones de jugadores y los equipos deben de tomar medidas para evitar que estos casos se sigan sucediendo. Quizás sea el momento de dar paso a una organización centralizada de los torneos que luche por los jugadores en lugar de una lucha que les obligue a competir cada día del año.
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Los jinetes se han puesto serios apurando bajas con el cuchillo, pero todavía están muy lejos del logro de Fnatic, que ha conseguido 42 bajas con arma blanca en el último año.
