Nos encontramos en una época en la que los videojuegos se encuentran con buenas ideas ejecutadas por estudios que ya sean independientes con un presupuesto ajustado o grandes empresas que con unas sumas de dinero muy elevadas sacan adelante todo tipo de títulos. Hoy os hablaremos de Demon Skin, que prácticamente no se encaja en un caso u otro, ya que esta idea comenzó a través de Denis Listov, que aprendió de forma auto didacta a programar, dar rienda suelta a las animaciones de los personajes y modelar.
La andadura de crear un proyecto de esta escala no es algo sencilla y más cuando se aprende al mismo tiempo que se va creando. Por ello, este se vio obligado a deshacer, utilizar otro motor gráfico, cambiar modelados e incluso el nombre del título. Una curiosa historia que ha terminado con un final feliz, ya que ha conseguido traer Demon Skin a PlayStation 4, Xbox One, Nintendo Switch y PC a través de Steam. Es sorprendente el resultado de una producción que si bien se nota que ha sido llevada a cabo por un aficionado muestra muchas luces, pero también sombras que a buen seguro serán suplidas a través de parches y actualizaciones. Un duro trabajo por delante para Buka Entertainment y Ludus Future.
Lucha contra fuerzas demoníacas
Pero, para empezar, ¿de qué trata Demon Skin? Algo que es muy de agradecer en esta clase de entregas de temática hack'n slash es no tener una enrevesada trama tras este, simplemente una excusa perfecta para adentrarnos en ese mundo y dar mamporros a diestro y siniestro. Se nos pondrá en un personaje sin nombre que ha perdido todos sus recuerdos tras una importante y cruel batalla. Este pertenece a la Orden de los Wanderers quienes luchan para mantener el mundo limpio de fuerzas demoníacas y del mal. Ahora que una serie de cristales que le otorgaban todo su poder han sido robados para sembrar el caos, tendrá que aprender de nuevo sus habilidades al mismo tiempo que acaba con fuerzas como Golems, demonios alados y criaturas del inframundo.
Su puesta en escena en cuanto a jugabilidad es bastante sencilla en cuanto a concepto, pero con una serie de puntos que le otorgan la suficiente profundidad para hacerlo diferente y personal. Como indicábamos anteriormente, estamos ante un hack'n slash en dos dimensiones donde recorrer un sinfín de localizaciones plagadas de enemigos. Como buen título del género, estaremos ante diversas fases de plataformas en las que tener algunas situaciones que rozan el "pixel perfect" y ejecutar maniobras acrobáticas para llegar de un lado a otro. Estos escenarios muestran sus bondades al no ser excesivamente lineales, sino incorporando secciones secretas que ocultan cofres con poderosos objetos además de dar la posibilidad de tener rienda suelta en cuanto a las habilidades del protagonista.
Todo rodado
Una de las principales curiosidades se encuentra en sus mecánicas, bebiendo mucho de lo visto en sagas como Dark Souls y Demon's Souls. El protagonista cuenta con una barra de vitalidad, que lógicamente se irá reduciendo conforme reciba golpes por parte del enemigo o se haga daño con los obstáculos y trampas que se esconden. Aunque cabe recordar que existen pociones mágicas que subirán la barra de vida. Otro punto muy importante es la barra de estamina, energía del protagonista que irá reduciéndose a medida que haga movimientos como atacar, saltar o rodar. Esto será el ABC de la aventura ya que, a la hora de ejecutar y encadenar movimientos, producirán cansancio y un desplazamiento mucho más lento. Rodar será una de las acciones más frecuentes, algo que obligará a tener mucha precisión para salir indemne de enfrentamientos enemigos.
Su sistema de combate al tratarse de un hack'n slash trae como principal baluarte el encadenar ataques y combos sin parar, pero la estamina obliga a que esto sea de forma más pausada e introduciendo unos tintes algo más estratégicos con los que pensarse dos veces los movimientos. A la hora de pelear existen tres posiciones: hacia arriba, al medio y baja. Este cambio se realiza de forma muy sencilla con el stick de control o la teclas de movimiento, haciendo que se apunte a zonas que dependiendo del enemigo a hacer frente puedan ser más o menos críticas. Por ejemplo, hay situaciones en las que se encuentren esqueletos con armadura, pero sin casco que obligará a atacar a la cabeza y otras al torso, por lo que aprender bien estas mecánicas hacen que salir victorioso sea más sencillo.
Mediante este mismo sistema también puedes cubrirte ya que cuando el enemigo ataque a la misma zona en la que te encuentres apuntando se rechazará y no se recibirá ningún tipo de daño. Esto es algo complicado de predecir, pero en el caso de producirse sacará del atolladero en más de una ocasión. Si algo pudimos aprender de franquicias como Dark Souls o Demon's Souls fue que rodar por el suelo servirá para esquivar y vencer a cualquier enemigo, esto es algo también a tener grabado a fuego junto al timing de cada criatura que te cruces, hacerlo correctamente allanará mucho tu camino en Demon Skin. En cuanto al armamento, hemos de destacar su poca variedad ya que se resume principalmente en espadas y algunos tipos de cuchillos que si bien son útiles harán que se vuelva repetitiva la partida encontrando prácticamente siempre lo mismo en todas las fases.
Conforme venzas enemigos o a los jefes finales, siendo este último punto uno de los más desafiantes, se ganarán puntos de experiencia con los que ascender de nivel. Esto es útil para acceder a más habilidades del árbol con el que cuenta el protagonista. Se tiene uno muy sencillo en el que gastar puntos en su salud, movimientos de ataque y vigor. Este aspecto se queda algo desangelado ya que únicamente sumarán más y más poder a cada habilidad, sin apenas combos que descubrir. Otro apartado en el que no sale demasiado bien parado es en la respuesta de sus controles, siendo torpes y reaccionando de forma lenta en algunos momentos, dando una ligera sensación de input lag. Esto lo notamos sobre todo al rodar y esquivar, exigiendo pulsar con demasiada antelación o incluso no reaccionando correctamente a la pulsación.
No es un juego que sea muy prolífico en bugs, aunque algún error puntual sí que hemos localizado y que no hace que el título sea injugable pero sí que resultan molestos en momentos concretos. Es cierto que al título le queda un largo camino por delante y que debe subsanar errores mediante actualizaciones. Técnicamente Demon Skin está correctamente optimizado tanto para consolas domésticas como PC, proporcionando unos escenarios que si bien son simplones en cuanto a detalles técnicos cumplen bien su función con recovecos que investigar y descubrir los secretos que esconden. Unas animaciones sencillas y personajes con diseños que rozan lo tópico forman un compendio poco memorable. Su banda sonora se compone de canciones con tintes épicos y que envuelven en el fragor del combate.
La ficha completa
Título: Demon Skin
Desarrolla: Buka Entertainment y Ludus Future
Plataformas: PlayStation 4, Xbox One, Nintendo Switch y PC
Lanzamiento: 13 de abril de 2021
Precio: 14.99€
Una bonita aventura en la que los sentimientos están a flor de piel.
