Hay juegos en los que morir es natural, casi algo imprescindible. A raíz de ello se ha generado un culto a la dificultad donde cuanto más se muere peor sé es y más difícil es el juego, llegando a cotas tan absurdas como morir más de mil veces en un juego, con el contador en la mano. Este es el caso de Super Meat Boy Forever, la secuela del afamado plataformas Super Meat Boy, ambos desarrollados por Team Meat. El primero ya fue catalogado como uno de los mejores juegos de plataformas de la historia, sin embargo esta secuela parece cojear un poco con el nuevo elemento autorunner. Nosotros lo hemos jugado en PC desde la Epic Game Store pero está también disponible en Nintendo Switch.
Un añadido que resta
Si el primer juego ya suponía un reto y nos hacía medir cada salto y apurar cada saliente, en Forever no nos queda tiempo ni para pensar. Los controles son simples, pero al añadirle el elemento autorunner nuestros reflejos y capacidad para advertir peligros inminentes destacan como elemento principal de nuestra habilidad para avanzar en el juego. Esto a su vez genera mucha frustración pues perdemos el control de la situación, no podemos medir los saltos y tenemos que hacer un constante ejercicio de prueba y error hasta dar con la solución o que nuestra habilidad aumente un poco. Este hecho marca una diferencia muy importante con la anterior entrega y amarga el sabor que nos dejo el anterior dejándolo unos peldaños por debajo. Es algo intrínseco a los autorunners, esa capa extra de dificultad no es para todos los públicos porque requiere de una paciencia sobrehumana y un estado zen que deja en pañales al mismo Buda.
Un punto muy bueno donde Forever sigue la estela de su predecesor es en el diseño de niveles, a pesar del elemento autorunner la dificultad del reto es evolutiva y dinámica. Aunque muramos desconsoladamente en una zona, es posible salir al paso, seguir avanzando y progresivamente ir mejorando con nuevos retos que aumentan la complejidad del juego en su justa medida. Habiendo niveles avanzados que se notan casi como un paseo al haber completado retos más agresivos. En los jefes es donde la dificultad puede ser más apabullante, no por el reto en si, si no porque tiene mecánicas propias y distintivas entre cada uno, con lo que tendremos que aprenderlas en el mismo momento y en la intensidad del combate. Además, en el caso de los combates complicados y más largos, el problema es llegar a controlar bien al personaje debido al efecto autorunner y a las mecánicas que obligan a optimizar mucho el movimiento, con el reto de que hay que hacer el combate de una sentada pues el sistema de autoguardado no está presente en ellos.
Para echar unas risas
La historia es la continuación de lo sucedido en la precuela, Meat Boy y Bandage Girl viven felices hasta que el Dr. Fetus hace acto de presencia y secuestra a su querido retoño. Super Meat Boy Forever sigue su camino hacia una narrativa hilarante y sin mucha explicación, todo basado en cinemáticas trabajadas y algunas línea de texto, dejando mucho protagonismo al niño travieso que no para de molestar al villano. No gasta complejidad ninguna pero entretiene y desarrolla con mucho humor la razón por la que estamos muriendo tanto, un respiro y un alivio después de morir más de 300 veces en una zona.
Forever está dividido en cuatro zonas, con seis fases aunque para enfrentarnos al jefe de cada zona sólo hacen falta completar cuatro fases. Cada zona tiene unos retos propios y novedosos, que van en conjunto a su estética, cada una muy diversa y distintiva. Como ya hemos dicho antes la construcción de los niveles es muy buena a nivel de jugabilidad pero a nivel gráfico no se queda atrás. Los diez años que lo separan de su precuela se notan mucho si los comparamos pero sin dejarse llevar por excentricidades y actualizándolo sin perder la esencia.
Más dado a hacerlo veloz que entero
Algo que llama la atención en Super Meat Boy Forever es su predisposición a ser objeto de speedrunners. Quizás de ahí viene el motivo de poner el autorunner, para hacer los retos de estos jugadores más complicados. Con la opción de desbloquear el acceso a la siguiente zona completando solo cuatro fases más el jefe también se da pie a este tipo de prácticas. También lleva un control estricto del tiempo que tardamos en completar cada fase y que nos penaliza si morimos. Con la adición de un modo cámara al final para ver como hemos muerto decenas de veces en los diferentes retos de cada fase hasta que logramos completarla. Para completarlo el usuario medio tarda alrededor de 10 horas, más o menos lo que hemos tardado nosotros. Habrá que ver cuánto tardan estos speedrunners, si lo ven atractivo, en establecer algún récord. Lo que es más difícil es que sea atractivo conseguir todos los logros y completarlo al 100%, que puede ser muy complicado por el más que mencionado autorun.
Aunque en su primera entrega la banda sonora estaba especialmente lograda, hay que reconocer que en Forever no está a la altura, sobre todo en los momentos de más tensión donde queremos algo de calma y solo nos aporta sonidos agudos y estridentes. Son momentos puntuales pero demasiado llamativos.
La ficha completa:
- Título: Super Meat Boy Forever
- Desarrolla: Team Meat
- Plataformas: PC y Nintendo Switch
- Fecha de lanzamiento: Ya disponible
- Precio: 15.99€