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Análisis de Mario & Sonic en los JJ.OO. Tokio 2020 para Nintendo Switch

Análisis de Mario & Sonic en los JJ.OO. Tokio 2020 para Nintendo Switch

Las mascotas de SEGA y Nintendo vuelven a vestirse de corto para participar en los Juegos Olímpicos, que en solo unos meses se celebrarán en Japón. Diversión arcade para Nintendo Switch apta para toda la familia.

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Hace ya más de una década los dos iconos más reconocibles de los videojuegos, y tradicionales rivales en los noventa, unieron sus fuerzas para traernos un juego que servía como anticipo a las olimpiadas que se celebrarían pronto. Lo que empezó como un spin-off que unía a dos casas rivales en la creación de videojuegos se ha convertido un clásico, y sólo cinco lanzamientos después, versiones invernales incluídas, ya contaba con una buena base de fans esperando la llegada de esta sexta entrega que ya podemos disfrutar.

Mario y Sonic en los Juegos Olímpicos: Tokio 2020 vuelve a unir a estos dos personajes tan conocidos para hacer de anfitriones en su propia casa. Mario y Sonic son casi con toda seguridad los tokiotas más famosos del mundo, así que si ya han sido anfitriones de los anteriores videojuegos basados en olimpiadas, tanto de verano como de invierno, quién mejor que estas dos caras mundialmente reconocibles para representar a su país en los Juegos Olímpicos que se celebran en su ciudad.

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La consola elegida para la ocasión es la última joya de Nintendo, y se antoja como un lugar perfecto para un videojuego cuyo componente familiar y party-game se acopla a la perfección a la filosofía de esta consola tanto en su modo portátil como en su versión de sobremesa. Y este era uno de los miedos que teníamos con este juego, que se hubiera potenciado el control de los mandos móviles por su versatilidad a la hora de realizar movimientos y se hubiese dejado un poco de lado el control clásico de joystick y botones, algo que hubiera lastrado la experiencia tanto para los usuarios que prefieren jugar en modo portátil como para aquellos que hayan adquirido la última versión de Nintendo Switch, que no cuenta con modo sobremesa. Por suerte, esto no es así, y además de elegirse el tipo de control disponible entre los que cada prueba tenga disponible, en ningún momento se echa de menos el control con más movimiento, pero ya profundizaremos en esto después.

Lo más importante en un party-game es el número y la variedad que se nos presenta En este aspecto Mario y Sonic en los Juegos Olímpicos: Tokio 2020 aprueba con nota. 21 pruebas de actualidad, incluyendo deportes que debutan en estos juegos olímpicos como la escalada, el kárate, el surf o el skateboarding. 10 pruebas clásicas rememorando los juegos olímpicos de 1964, 3 pruebas de fantasía que mezclan disciplinas olímpicas pero con un componente totalmente lúdico. Estas tres son kárate, carrera y tiro, y se desbloquean al completar el modo historia del que hablaremos más adelante. Y por si fuera poco, dentro de ese modo también desbloqueamos 10 minijuegos adicionales que aportan más variedad y contenido a un juego que ya de por sí nos trae una oferta bastante suculenta.

Hemos hablado de pruebas clásicas y actuales, y es que Mario y Sonic en los Juegos Olímpicos: Tokio 2020 es además un homenaje a las anteriores olimpiadas celebradas en la ciudad nipona, los Juegos Olímpicos de 1964, y que están muy presentes también en esta entrega. Estas pruebas cuentan con unos gráficos pixelados de estilo retro muy marcado, Tanto Sonic como Mario, además del resto de personajes que vemos en este modo están representados de la forma más clásica y tienen el mismo aspecto con el que los vimos aparecer por primera vez en una consola.

Las pruebas

Con sólo las 21 pruebas clásicas que nos trae Mario y Sonic en los Juegos Olímpicos: Tokio 2020 ya se podría hacer un videojuego decente. Y más si tenemos en cuenta que de los cinco deportes que debutan como olímpicos este próximo año, cuatro están representados. Sólo se ha quedado fuera el béisbol, y además se le ha dado cabida también a deportes que aunque ya son clásicos, pocas veces se han visto representados en juegos dedicados a las olimpiadas, como la hípica, el bádminton o el rugby.

Sumadas a las clásicas de atletismo como 100 metros lisos, 110 metros vallas, triple salto, relevos, o los lanzamientos de disco o jabalina, a los deportes acuáticos como la natación, y el piragüismo y a las disciplinas de lucha como el boxeo y la esgrima tenemos un cóctel variado que nos daría por sí solo unas cuantas horas de diversión. Además, también hace acto de presencia el fútbol, un deporte que aunque goza de gran popularidad no es un habitual en este tipo de juegos.

Pero como ya hemos dicho antes, y por si esto fuera poco, y como homenaje a los juegos de 1964, contamos con diez disciplinas extra con las que medirnos contra nuestros amigos. En esta versión del juego los eventos son mucho más sencillos y respetan el estilo retro que ya se hizo famoso con juegos como Daley Thompson’s Decathlon, que pobló los salones recreativos de los 80. También es cierto que se ha aprovechado para introducir algunos minijuegos de disciplinas que encajan mejor en este estilo, como el salto de longitud o el tiro, además de repetir la prueba reina del atletismo, los cien metros lisos. Algunas de las menos habituales, por no decir que debutan en videojuegos de olimpiadas son los saltos de plataforma, el judo, el voleibol o la prueba que corona las olimpiadas, el maratón.

El control

Una de las novedades más sustanciales que nos trae Mario y Sonic en los Juegos Olímpicos: Tokio 2020 es su flexibilidad a la hora de permitirnos elegir el control favorito. Básicamente contamos con tres controles. Uno utilizando los dos mandos extraíbles que nos recordará mucho a lo que hemos visto en otras entregas en Wii, un control mixto que usaremos sobre todo cuando estemos compitiendo con otra persona, utilizando cada uno de nosotros uno de los mandos de control, y aunque a veces usamos los giroscopios incluidos en estos para realizar algunos movimientos, como norma general en este tipo de control usaremos el joystick y los botones. El último tipo de control que se nos ofrece es solo botones. Es el modo ideal para jugar en modo portatil o si queremos hacerlo con la discreción de no tener que agitar la consola o los mandos. Aunque no en todas las disciplinas se puede elegir entre los tres, prácticamente todas te dan al menos dos opciones para jugar. En este sentido, se puede decir que aporta algo de variedad, puesto que el tipo de control elegido tiene influencia directa sobre la jugabilidad y cambia la sensación que te dejan algunas de las pruebas por completo. Dos de las más evidentes son tiro con arco y escalada deportiva.

En el primer caso, con el control de dos mandos, tenemos que imitar el movimiento de sujetar y tensar un arco con ambas manos, mientras que en el tipo de control con botones nos limitamos a mover el cursor con el joystick y pulsar un botón para soltar la flecha. La experiencia usando uno y otro es tan diferente que casi se puede decir que se trata de pruebas distintas. Algo parecido pasa con la escalada, donde mediante el primer modo de control tenemos que mover las manos -con el mando dentro de ellas, obviamente- hacia los puntos de agarre que vemos más cercanos. Dos ejemplos que dejan a la claras como cambian las pruebas, y el juego en general, usando uno u otro método.

El juego cuenta con un poco habitual modo historia que hará las veces de presentación oficial llevándonos de una prueba a otra mientras recorremos el mapa -o mejor dicho los mapas- de Tokio. En este modo y por motivos que no vamos a revelar, saltamos del Tokio actual a su versión pixelada de 1964, lo que además nos permite comprobar algunos cambios que ha sufrido la ciudad en estos más de cincuenta años. En este modo historia tendremos oportunidad de probar todas y cada una de las modalidades deportivas que nos trae el juego, además de desbloquear personajes que luego podremos utilizar en los distintos modos competitivos. También nos permitirá ponernos al control de algunos mini-juegos no relacionados directamente con las disciplinas olímpicas que una vez superados quedarán en el menú para volver a jugarlos cuando nos parezca oportuno.

Realizar una persecución en coche por las calles de Tokio o surcar sus cielos derrotando a los enemigos al más puro estilo shot-em-up son algunos ejemplos del total de diez mini-juegos disponibles. Por último, acabar el modo historia tiene como recompensa el desbloquear tres modalidades de fantasía de tres disciplinas que suman variedad y dejan muy a las claras el estilo party game de este Mario y Sonic en los Juegos Olímpicos: Tokio 2020.

Además, en cada rincón que recorramos encontraremos consejos y curiosidades sobre los juegos olímpicos y sobre Tokio. Como ejmplo basta decir que un servidor se ha enterado jugando a este juego que los turistas que quieran vivir el teatro Kabuki sin tener que ver una obra completa, tienen la posibilidad de comprar una entrada para un acto, lo que resultará en un ahorro de tiempo y dinero si tu intención es acudir al teatro para saciar tu curiosidad.

Mario y Sonic en los Juegos Olímpicos: Tokio 2020 es por lo tanto un estupendo embajador tanto de los juegos olímpicos como de la ciudad. Nada extraño si tenemos en cuenta que tanto los protagonistas como las empresas que se han encargado de traernos el videojuego tienen un especial arraigo con el país y la ciudad que van a acoger esta edición de los juegos de verano.

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Mario y Sonic en los Juegos Olímpicos: Tokio 2020 es un estupendo party-game con una temática deportiva que sirve de excusa para el lanzamiento del juego, pero que nos permitirá amenizar cualquier reunión de amigos con un poco de competitividad al más clásico estilo Wii. La cantidad, la calidada y la variedad de las pruebas que nos trae nos hará pasar unas cuantas horas intentando batir nuestro récord, o mejor aún, el récord que ha dejado nuestro amigo. Es un juego de marcado carácter familiar, pero con un modo historia sorprendentemente adictivo que nos hará también pasar unas cuantas horas jugando en solitario. Es un juego completo, que da lo que promete y que nos va a hacer la espera hasta los próximos juegos de invierno un poco más corta.

La cantidad y variedad de pruebas.
Un adictivo modo historia.
Elegir el tipo de control que prefieres en cada prueba.
La ausencia de un modo olimpiada para dos jugadores.
No le habrían venido mal más personajes.
En algunas pruebas el control es algo tosco.
Comentario
Wako

¡Detrás de ti, un mono de tres cabezas!

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