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Análisis de Quantum League para PC – Cuando una buena idea no es suficiente

Análisis de Quantum League para PC – Cuando una buena idea no es suficiente

Quantum League terminó hace unas cuantas semanas su acceso anticipado y se convirtió en un título de pleno derecho en el catálogo de Steam. Un estreno que no presagiaba grandes resultados y que ejemplifica los cambios de la industria del videojuego.

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Es sábado noche, trabajas hasta tarde y llegas a la fiesta cuando tus amigos ya se han repartido por diferentes locales nocturnos. Una historia que representa tantas jornadas festivas y que se adapta perfectamente a los problemas de Quantum League, un título que ya está disponible en PC mediante Steam y que llega a su estreno tras un largo periodo de acceso anticipado capaz de demostrar con sus resultados que la industria del videojuego no siempre premia las buenas ideas.

Quantum League, el shooter de paradojas temporales

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La premisa de Quantum League es rompedora. El título toma prestados los conceptos tradicionales del shooter táctico y los combina con las paradojas temporales. Así, cada ronda se divide en un total de tres bucles. Jugamos el primero como un multijugador al uso enfrentándonos en un duelo singular y, a partir de ahí, comienza a desplegarse el potencial estratégico del título.

Es este momento donde las cosas se ponen interesantes. En la segunda ronda, nuestro yo del pasado y el del rival coinciden con nuestras versiones del presente. Así, mientras estas copias repiten paso por paso todos los movimientos que llevaron a cabo, nosotros podemos tomar decisiones. Por ejemplo, si perdimos el duelo del primer bucle podemos ir directos a por la copia de la primera ronda de nuestro rival para hacer que nuestro propio yo sobreviva y pueda seguir moviéndose. Esto es particularmente interesante si tenemos en cuenta que tras morir en una ronda podemos seguir desplazándonos, y esos serán los movimientos que hará nuestro clon en caso de que lo salvemos.

El planteamiento toma como base la premisa de modificar el pasado para cambiar el futuro. Un objetivo al que estamos acostumbrados en la literatura de ciencia ficción, pero de la que nos sorprenden dos cosas: la primera es que esté presente en un juego multijugador y la segunda que funcione tan bien como lo hace en Quantum League.

Una profundidad táctica confusa capaz de engancharnos

La jugabilidad de Quantum League es el punto fuerte del título

La jugabilidad emergente está en el ADN de los títulos multijugador, pero aquí cobra un nuevo sentido. Los modos de juego disponibles (dominio, toma de punto y duelo a muerte) nos dan diferentes posibilidades y en todos los casos cuentan con recursos que denegar y controlar a lo largo de varias líneas temporales que confluyen. El resultado exitoso de cada bucle nos obliga a adoptar una determinada conducta en partida y pensar en qué pensará el rival para corregirlo.

Lo maravilloso es que pese a que existen condiciones de victoria y derrota en función a como progresan las rondas, siempre tenemos en nuestro poder la capacidad de reaccionar en consecuencia y se evita cualquier tipo de frustración. El planteamiento jamás es “esto está perdido”, si no que nos convertimos en el protagonista de esta película de viajes temporales para detectar el punto de no retorno en el que se torció la partida y cambiarlo a nuestro favor.

Si tu rival ha ganado por coger una cura (que permite ‘resucitar’) en una etapa tardía de la partida, puedes ir directo a por ella y evitar que eso suceda. Así, denegarás todos los acontecimientos posteriores de esa versión del enemigo a la que no pudiste superar. Suena complicadísimo, pero lo mejor es que basta una hora de juego para comprenderlo todo y empezar a experimentar como un buen científico loco.

Un bucle imparable

La progesión y los desbloqueos apenas tienen interés

No todas las obras de bucles temporales pueden ser Desaparecido o Steins;Gate. La mayor parte de los contenidos relacionados con viajes en el tiempo terminan por tener el problema de ser repetitivos. En el caso de Quantum League, esta premisa se cumple aunque no por sus mecánicas. En la ejecución del juego observamos claros fallos en cuanto a la estrategia de negocio que nos dejan varios problemas que se traducen en escasez de escenarios, armas, modos de juego y personajes.

El arsenal funciona bien, ofreciéndonos un total de cinco alternativas: rifle de francotirador, subfusil, lanzagranadas, escopeta y arma de rayos. Sin embargo, esta restricción en virtud de la táctica queda injustificada por algunos problemas en cuanto a equilibrio que hacen que las mejores opciones casi siempre sean las dos primeras, dándole también al lanzagranadas un nicho táctico que permite grandes remontadas.

La situación se hace más grave con una evidente falta de progresión de los jugadores. Tenemos un total de seis personajes únicos a nuestra disposición desde el comienzo, todos ellos con sus correspondientes habilidades pasivas que modifican levemente el planteamiento de la partida. Sin embargo, no hay personajes adicionales y puedes decantarte por uno de ellos para su uso permanente.

Lo único que podemos conseguir jugando son, por lo tanto, skins y cosméticos. Lo haremos mediante Quarks, una moneda gratuita cuya cantidad podemos aumentar a cambio de micropagos y que nos permite desbloquear unos cuantos cosméticos. Los más pobres están disponibles de forma permanente, mientras que otros aparecen en una tienda rotatoria en la que, eso sí, hay que señalar que los precios son muy asequibles.

El clavo del ataúd

Los juegos multijugador requieren para su éxito de un recurso limitado: los jugadores. Casi todos los defectos de Quantum League serían perdonables en caso de ser un título ultramasificado que fuera a ir creciendo en contenidos conforme pasaran las semanas, pero no es el caso. Sin dar demasiados problemas para encontrar partidas a las horas punta del día, nos acostumbraremos a jugar casi siempre con los mismos rivales siempre en partidas no clasificatorias.

Un sistema que hace, por ejemplo, que nos olvidemos de una verdadera cola competitiva que, debido a la falta de jugadores, está completamente desierta. Es esta situación la que hace que las buenas ideas de Quantum League nos lleven a la desesperanza sobre su futuro. El juego merece la pena y es una buena idea si convences a tus amigos de ir a por él, ¿pero con quién vas a disfrutarlo si no?

*En la puntuación final valoramos exclusivamente la calidad del juego y no los problemas derivados de la extensión de su comunidad. La presencia de estos puntos responde únicamente a una visión de contexto.

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Quantum League tiene grandes ideas que brillan en lo jugable, pero se pierden en una evidente falta de comprensión del estándar de la industria en lo referido al multijugador. Disfrutarás las partidas y es genial para sesiones cortas, pero la progresión es muy pobre. Además, las carencias de contenido y jugadores puede hacer que termines por olvidarlo. Un desenlace injusto para un título que puso sobre la mesa una premisa que podría haber funcionado.

Su premisa jugable
La profundidad táctica
Ideal para sesiones cortas o contra amigos
Falto de contenido y progresión
El modo competitivo es injugable
Nos acostumbraremos a ver a los mismos rivales
El potencial no aprovechado

La ficha completa:

  • Título: Quantum League
  • Desarrolla: Nimble Giant Entertainment
  • Edita: Nimble Giant Entertainment
  • Fecha de lanzamiento: 15 de abril de 2021
  • Plataformas: Steam (PC)
  • Precio: 8,19€
Comentario
Bruno Ouviña
GalleGutsito  - Editor

Apasionado de los pequeños detalles y obseso de la estadística, comencé con el League of Legends competitivo en 2013 - "Someday I'll be living in a big old city"

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